jueves, 25 de noviembre de 2010

Día Internacional Contra la Violencia a la Mujer


Out of the night that covers me,
Black as the Pit from pole to pole,
I thank whatever gods may be
For my unconquerable soul. -
In the fell clutch of circumstance
I have not winced nor cried aloud.
Under the bludgeonings of chance
My head is bloody, but unbowed. -
Beyond this place of wrath and tears
Looms but the horror of the shade,
And yet the menace of the years
Finds, and shall find me, unafraid.
It matters not how strait the gate,
How charged with punishments the scroll,
I am the master of my fate;
I am the captain of my soul.

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Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el Horror de la Sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

miércoles, 17 de noviembre de 2010

The big bang theory


Parece como si empezásemos a funcionar de verdad en el momento final. En el momento en el que, o lo haces o habrás caído para siempre. Podríamos empezar a funcionar siempre con un poquito de antelación y siempre nos iría mejor. Bastante mejor. Pero no. No somos así. Nos gusta más el riesgo que a Campanilla el polvo de hada.
Y así nos va...




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lunes, 15 de noviembre de 2010

5


Al final he comprendido algo. He comprendido uno de los más idílicos misterios de la vida: la amistad.

Dicen que los amigos de verdad pueden contrase con los dedos de una mano y, si, es cierto.

Para ser sinceros, he tenido que "redefinir" el concepto amigo, ya que, para mí, hace 2 días era mi amigo todo aquel con el que había compartido unos litros en el parque.

Y lo que más me ha hecho pensar es que mis 5 amigos son mís 5 amigos de siempre. 5 personas increíbles con las que he compartido de 11 a 14 años; 5 personas que me llevan complementando desde entonces; 5 personas que hacen que todo sea muchísimo más llevadero.


D. I. L. E. Y.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Amor no correspondido


He llevado mi obsesión al límite tantas veces... ¿Es amor? ¿Es obsesión? Los amores platónicos, ¿pueden ser alcanzables en alguna medida? Tanto mi obsesión como mi desesperación rozan el límite de nuevo, desde ayer, para ser exactos. Y tengo ganas de gritar, de saltar, de hacerle saber a todo el mundo lo que me pasa, de coger un avión a donde sea y olvidarlo todo... No. Tendré que vivir SIEMPRE con esto.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

27 minutos


Llevaba trece minutos caminando. Las manos las tenía bien protegidas del frío en los bolsillos de mi abrigo de plumas y no tenía ninguna intención de sacarlas de ahí por el momento. Ni siquiera para sacar el iPod y colocarme los auriculares en las orejas en un tiempo récord. No.
Ahora habían pasado catorce minutos desde que había dejado a Diana en su portal. El vaho salía despedido de mi boca con cada suspiro, y mi camino se vio amenizado por eso y por mi sombra que se alargaba ante mí un momento y, al pasar junto a otra farola, se multicplicaba, daba media vuelta, una desaparecía y la otra se extendía como la anterior, y el proceso continuaba incansable.
Quince minutos. Seguía caminando impasible a la soledad y, entonces, una ráfaga de aire helador se coló por algún recobeco sin cubrir de mi cuerpo y subió por mi espalda. Me dio un escalofrío. Paré un segundo y me miré de arriba abajo para comprobar que estaba cubierto de los pies a la cabeza, aislado del frío de una manera practicamente hermética.
Ya eran las doce la de noche. La hora bruja. llevaba dieciséis minutos caminando sin compañía por las calles estrechas de la ciudad que tenían como única fuente de luz farolas de bajo consumo, o farolas cuyas bombillas estaban a punto de retirarse. Pasé junto a una que parpadeaba. Miré mi sombra con atención. Desaparecía, aparecía, desaparecía, aparecía... Y otra farola le dio la luz suficiente para que regresase indefinidamente.
Dios, ¡hacía un frío terrible! Menos mal que me había acordado al salir de casa, cuatro horas antes, de coger mi bufanda gris. Una bufanda que me había comprado hacía un mes.
Otra corriente de aire. Las doce y dos minutos. ¿Sería el día más frío de todo el invierno?
Estaba cerca de mi casa. Podía ver, al final de la calle, una esquina que reconocía perfectamente; si la girabas, llegarías a un cartel que decía "¿Arte o luz? ¡Arluz!" y, justo detrás de ese cartel, estaba el edificio que separaba la manzana de Arluz y la mía.
Doce y siete de la noche. Giré la esquina. El cartél estaba apagado y la calle, igual que la anterior, desierta. Y, justo, al cruzar el paso de cebra que lleva hasta el edificio que separa las dos manzanas antes mencionadas, otra ráfaga de viento helador me sacudió a mí y también a los árboles. Entonces, levanté la vista. Y pequeñas motitas blancas me nublaban la vista. ¡Estaba nevando! Dos de Enero a las doce y once minutos de la noche, ¡estaba nevando! ¡La primera nevada del nuevo año!


hoy me ha dado por escribir algo que no fuese meramente crítico, perdonadme. S.H.M.

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lunes, 8 de noviembre de 2010

El vaso medio lleno


Hay veces que tenemos una hoja en blanco, un bolígrafo cargado de tinta y no sabemos qué escribir.

Puede ser por dos motivos:

1 - Que tengas demasiadas cosas que contar como para saber por dónde empezar.

2 - Que no te venga la inspiración.

Porque nunca, nunca, nunca - y repito -, nunca puedes no tener algo que contar.

La vida está llena de vivencias únicas y extraordinarias que nos morimos por expresar. por ejemplo, en este año, yo me he ido a Francia y a Malta, y todo lo que he vivido parece que tiene que guardarse, como las fotos, en una carpeta. Me niego. Cada una de mis vivencias me crea, me transforma y me da otros puntos de vista siempre.

Así que mi consejo es: viajad, ved mundo, porque es la única forma de aprender, entre otras cosas, el sentido de nuestras vidas.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Chhhhhsst; 3.


La vida está llena de decisiones y nosotros nos arriesgamos por elegir la más acertada en el momento oportuno.

Hay decisiones sin importancia y decisiones en las cuales, preferirías no haberte visto metido.

Hay veces que hay que tomar la decisión de dejar a alguien querido, algo que conoces y es bueno por lo desconocido. Tienes que arriesgar tu 100% porque, para ganar, tienes que arriesgar, o eso dicen. Y, aunque a veces no encuentras solución instantánea, sigues rezando para que llegue, porque no te hayas equivocado; sigues rezando por haber decidido bien.

Y son todas estas decisiones, sobretodo, las que hacen que seamos únicos y especiales, al fin y al cabo.

viernes, 5 de noviembre de 2010

MAMÁ KARMA




Desde pequeños se nos inculca que lo mejor que podemos llegar a ser en nuestras vidas es una buena persona. Nos enseñan valores tales como la tolerancia, la igualdad, el compañerismo...


Cada uno vivimos a nuestra manera; aplicando todos los valores aprendidos o no.


Por un lado están aquellos que viven la vida despreocupadamente; y me refiero a de una manera despreocupada con relación al prójimo.


Por otro están los que sí que se preocupan por hacer las cosas bien, por recoplirar buenas acciones, por acumular buen karma.


¿Karma? Mi propia defición de karma - la que he podido aprender en mis 16 años de existencia - es que el karma es una energía del universo cuyo único fin es equilibrar la balanza; es decir, si una persona hace algo malo, algo malo le pasará a esa persona, y, si por el contrario, una persona hace algo bueno, en recompensa, el karma le premiará por ello con algo bueno.


Hay quienes basan toda su vida en esto. Un claro ejemplo son los budistas. Pero, la clave del buen karma reside en las buenas acciones desinteresadas.


Ante esto yo me pregunto, ¿existen ciertamente ese desinterés? Yo, por ejemplo, hay veces que espero un simple gracias después de una simple "buena acción" y, cuando no las recibo, me arrepiento de haber hecho el movimiento a favor de otra persona "desagradecida".


Pienso que, la mayoría de las veces sí esperamos algo a cambio de una buena acción: el nirvana, dinero, sugus o incluso un simple gracias. Pero, cuando encontramos el altruismo, que se esconde bajo nuestras inquebrantables corazas, nos convertimos en el ejemplo claro y absoluto de "buena persona", que es en lo que todos - sin excepción alguna - queremos convertirnos.

jueves, 4 de noviembre de 2010

CRÍTICOS DE LO AJENO


A una edad en la que las hormonas están en una revolución constante y los "problemillas" emocionales - y a veces físicos - sólo sirven para declarar la guerra con propósito de conseguir una revolución hormonal mayor, he tenido el tiempo justo para preguntarme: «¿Soy egoísta?», y: «¿pienso demasiado en mí mismo?».


Por un lado estámos los débiles - que somos fuertes a la hora de interiorizar nuestras vivencias más desastrosas - y también los débiles que son débiles para todo.

Por otro, están los fuertes, o los que aparentan serlo; gente que, a simple vista, no se encuentra ningún defecto.


Cada uno tenemos nuestra propia manera de pensar, de ver las cosas, de opinar sobre algo y también, como es obvio, de interiorizar, es decir, de crear un velo entre nosotros y el resto para no hacer detectable ningún indicio de flaqueza.


Por supuesto, antes de llegar a plantearme todo lo anterior, he llevado a cabo otra pregunta; una pregunta que suena más cruel que el denominarse a uno mismo egoísta: «¿Por qué somos capaces de encontrar el fallo en el amigo, en el compañero, en el vecino, etc., y resulta tan difícil encontrarlo en nosotros mismos?», y: «¿hemos sido siempre igual de críticos o las hormonas nos preparan para, ya sin revolución homonal en exceso, ser los críticos de lo ajeno?».


Llegados a este punto yo voto por una simple chispa de humildad. ¡Qué pena que suene tan utópico!


S.H.M. - 4/11/2010



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