Cosas que caben en una maleta

Después del verano, siempre sabemos que hay una inevitable vuelta a la rutina. Vivimos con ello aunque nos resignemos a aceptarlo a medida que va llegando el último día de descanso veraniego.

En mi caso - y en el de algunos otros - esa rutina será llevada a cabo fuera de casa. Solo. Tendré que aprender a depender de mí mismo sin esperar que me den las cosas hechas y eso me gusta y me da miedo. Me gusta porque, gracias a eso, maduraré, conoceré mis propios límites y aprenderé a esforzarme para conseguir hacerlo todo. Pero me da miedo porque sé que me equivocaré, que, aunque sea algo humano, a nadie nos gusta.

Con todo, no puedo dejar de tener unas ganas inmensas de vivir esta experiencia. Madrid (Getafe) me espera.



 


 Old gypsy woman spoke to me, said: 
“You’re a wolf, boy, get out of this town.” 
“You’re a wolf, boy, get out of this town.” 
“You’re a wolf, boy, get out of this town.” 
“You’re a wolf.” 
“You’re a wolf.”

Lo que queda por contar

Han pasado tantísimas cosas estos 18 años… Por supuesto recuerdo con más intensidad las últimas. Experiencias que me llevan de un extremo a otro, que me revuelven por dentro. Es el caso, por ejemplo del viaje a Malta en el 2010: gente inolvidable, noches increíbles y dos semanas irrepetibles. Es también el caso de Londres el año pasado con Re y Ál. Y, por supuesto tardes, noches e incluso mañanas con los de siempre. En estos 18 años, como todo el mundo, yo he aprendido y crecido como persona y he pasado por la vida de gente alucinante que también ha marcado la mía. Soy nostálgico por excelencia y parte de mí sigue anclada un poco a ese pasado, a esos buenos momentos y a otros no tan buenos. Aún así, sólo sé que aún queda mucho más por dar y mucho más que vivir. Espero contar con mucha gente de ese pasado/presente en el camino.

No des para recibir. Lucha por ser feliz

Empiezo a pensar en los amigos y conocidos, gente que te encanta, que te gustaría poder compartir con ellos más tiempo del que posees y es que, amigos, la fuerza del destino es fiel y traicionera y no siempre podréis ganar una batalla contra ella. Tendréis suerte si se une a vuestra causa.
Buenas noches.

I can feel the storm clouds sucking up my soul

Después de escuchar lo nuevo de Noel Gallagher, creo que debo recomendaroslo. He aquí, desde ‘Noel Gallagher’s High Flying Birds’ el primer single ‘The Death Of You And Me’

La filosofía de Kurt Cobain

Sinceramente, Nirvana me gustaba por sus canciones, melodías simples y letras sin demasiada complicación en general pero, a través de descubrir Foo Fighters - el grupo del que fue batería de Nirvana, Dave Grohl -, he sentido la necesidad y obligación de indagar sobre el sentido de aquella banda y sobre el por qué Kurt Cobain es tan adorado aún después de 17 años de su muerte. Pues bien, yo os doy mi razón: su filosofía. Cosas, algunas veces, que se nos pueden ocurrir a nosotros, cosas que puedes compartir o no, pero cosas con sentido:

"Observo a algunos hombres muy machos que reaccionan ante el sexo y el poder de la misma manera. Me gustaría ver a esas almas perdidas colgadas de sus testículos con páginas de un manifiesto pegadas a sus cuerpos".

"No culpo al típico punk rocker de 17 años que me llama vendido, pero verá que cuando crezca hay más cosas que vivir de su integridad punk"

"Prefiero que la gente me odie por ser quien soy a que me ame por lo que no soy."

"La vida del mundo es la paz de nuestra alma, sin una cerca de la otra es la misma muerte de nuestro propio ser que recoge lo que no hemos vivido hasta que nos damos cuenta lo demasiado tarde que ahora es."

"Desear ser otra persona es un desperdicio de la persona que eres".

"Me gustaría eliminar a todos los sexistas, racistas y homófobos de nuestro público. Sé que están ahí, y eso me fastidia"

"Usando un vestido puedo demostrar que puedo ser tan femenino como quiero. Soy heterosexual... Está bien. Pero si fuera un homosexual, tampoco me importaría".

"A veces siento como si la gente quisiera que me muriera para que así se cumpliera la clásica historia del rock."




...Y la clásica historia se cumplió. Y así terminó un mito un 8 de Abril hace 17 años. Poco más de un mes más tarde nací yo y ahora, comprendo, respeto y admiro su historia.



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Encontrarás estas y más notas en: http://es.wikiquote.org/wiki/Kurt_Cobain

Alianzas

Llega un día en la vida de todo adolescente (o quizás adulto pero ahí ya no puedo decir nada) en la que uno se da cuenta de quiénes son los amigos y los conocidos, los que darían la cara por ti y los que bajan la mirada para no saludarte por la calle. No siempre suele resultar tan evidente, claro, hay gente que prefiere guardar las apariencias. ¿Es necesario? He oído más de una vez aquello de "hay que tener amigos hasta en el infierno" pero, ¿hasta qué punto estamos dispuestos a llegar? ¿Vamos a fingir y a pretender llevarnos bien con personas a las que, sinceramente, les mandaríamos al espacio exterior de una buena patada en el trasero? Es algo muy individual, por supuesto, incluso yo me oculto bajo una sonrisa y palabras amables de vez en cuando pero intento no rozar el límite ni siquiera. Por otro lado, hay gente para la que el límite es un puntito que se puede saltar con más facilidad que una piedrecita en un camino y la saltan las veces que hagan falta para conseguir su propósito.
Sólo nos queda la esperanza de que el karma vuelva a por ese tipo de personas.

El baile de santos y pecadores

A la hora de la verdad, todo jugador descubre sus cartas y tú puedes ganar o perder, alegrarte, envolverte en lágrimas o seguir con tu cara de póker y enseñar una baza irrepetible.
Siempre hay que andar con la capucha puesta por si te salpica alguna que otra mala jugada y, si tras varios intentos ves que no cumple su cometido, cómprate una tienda de campaña y no salgas de ella porque es muy difícil hacerte con la suerte y llevarte el premio gordo.
Luego está también el tema del croupier, un tal ¿Cupido? ¿Eros? (¿A quién le importa su nombre?)... Sus cartas están malditas y hace que te confíes en demasía para que después, otro jugador sin escrúpulos se lleve tus fichas. Por supuesto, como en todo, se van turnando los roles: el que reparte, el que se ilusiona y arriesga más fichas y el que, pareciendo frágil, acaba llevando la partida hacia donde quería.

Yo, señores, que nunca me he considerado un ludópata empedernido y que intento comprometerme a no caer en la tentación de las picas, los rombos, los tréboles y los corazones, he vuelto a caer y me temo que esta vez no será la última aunque, después de perder tal cantidad de dinero, uno nunca vuelve a jugar al día siguiente. Habrá que esperar un tiempo, reunir fuerzas, confiar en uno mismo, buscar la suerte y, sólo en ese caso, volver a arriesgar y esperar que te toque una buena mano.