jueves, 30 de diciembre de 2010
Y es que, al final, intentamos quedarnos sólo con lo bueno
El 2010 ha sido un año increíble; desde que lo empecé junto al río -para mí llamado irónicamente Aguas Vivas- hasta éste 31 donde lo despediré a más de una hora de distancia de ahí, pasando por un viaje inolvidable al increíble Quimper (Francia) y otro a una isla en la que conocí a gente impresionante de distintos puntos de Europa: Malta.
El 2010 ha sido un año de bajadas pero también, por supuesto, de subidas estelares. Han sido 365 días de sentimientos -conocidos y desconocidos- y de experiencias nuevas. Han sido 52 semanas en las que mis metas y deseos más profundos se han cumplido en su casi-totalidad; un año en el que he aprendido mil cosas nuevas.
Y ahora, al igual que he aprendido a despedirme de cosas a las que nunca resulta fácil decir adiós, cerraré, no sin la nostalgia que me caracteriza, este increíble, maravilloso, irrepetible y "supercalifragilisticoespialidoso" año 2010; que el 2011 se pueda llevar -si no mejor- igual que éste.
SANTI.
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Me siento orgullosa de poder estar en una foto de tu blog jajaja!
ResponderEliminar1besazo santi y feliz añoooo!:)